martes, 7 de julio de 2009

Que no vuelva


Dice ella que le digas al que fue que le regale de nuevo las dos flores amarillas.

Que lo traiga agosto con el viento y le alcancen las veinticinco horas de la noche.

Dice que se las devuelva, a las flores, del cajón de las cosas que no encuentra para que no la miren, y no las volverá a deshojar nunca más.

Decile que me dijo que le cree.

Que le cree de día cuando mira el sol que le ablanda los ojitos negros.

Pedile a él que no vuelva más de noche a meterse por el agujero de la cerradura porque trae más frío del que se llevó.

Que no vuelva tampoco, a irse nunca más, sin ella.

Eso grita. Eso me grita desde dentro de mi cuerpo.

Me aturde.

Créele sólo una vez para que se duerma tranquila, como un sueño cumplido.

Créeme, que los humanos pueden volar. 

Nunca más es demasiado lejos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario